sábado, 31 de mayo de 2008

El crecimiento de EEUU sigue débil pero se aleja de la recesión

WASHINGTON.- El crecimiento de la economía estadounidense fue revisado al alza, al 0,9% en el primer trimestre (en ritmo anual), indicador que debería reforzar la probabilidad de que el país escape a la recesión.

La primera estimación daba cuenta de un alza del Producto Interno Bruto (PIB) del 0,6%, al igual que el trimestre anterior, y la revisión anunciada por el Departamento de Comercio está a tono con las previsiones de los analistas.

Los mercados reaccionaron levemente, el índice Dow Jones estaba cerca del equilibrio tras el anuncio. La cifra "no impresionó, probablemente porque estaba conforme con lo que se esperaba", comentó Patrick O'Hare, de 'Briefing.com'.

Los economistas acogieron el indicador con un prudente alivio.

"Aunque las cifras se mantienen bajas, revelan que hay algo más de fuerza subyacente en la economía estadounidense", subrayó Peter Kretzmer de Bank of America, que prevé un crecimiento en torno al 1% en el segundo trimestre.

La revisión se explica principalmente por inversiones mayores que lo previsto de las empresas, una señal de relativa confianza en el futuro, y una balanza comercial mejor que lo esperado teniendo en cuenta la debilidad del dólar. Además, las empresas no incrementaron sobremanera sus stocks.

"Eso permite pensar que la economía tiene bases más sólidas de lo que se pensaba un mes atrás", afirmó Stephen Gallagher de la Société Générale.

El indicador era muy esperado por los analistas, que vuelven a pensar que la economía podría finalmente escapar a una recesión largamente anunciada a principios de 2008.

La Reserva Federal bajó marcadamente sus previsiones de crecimiento la semana pasada y ahora solamente prevé un incremento del PIB comprendido entre el 0,3% y el 1,2% este año, a causa de los precios de la energía, de la crisis del sector inmobiliario y de la limitación del crédito.

Sin embargo sus proyecciones dejan el crecimiento en verde, permitiendo pensar que mantendrá su tasa directriz sin cambios, en un 2%.

"La mejoría de los indicadores económicos y de la composición del crecimiento mantendrá a la Fed concentrada en los riesgos inflacionarios", según Gallagher.

El índice de precios ligados a los gastos de consumo (PCE) aumentó un 3,5% en el primer trimestre, y un 2,1% excluyendo alimentación y energía.

Los analistas advierten sin embargo que, con un crecimiento de 0,9%, Estados Unidos todavía no está al final del túnel. La economía continúa "al borde de la recesión", nota Paul Ferley del banco BMO.

El consumo de las familias se mantiene modesto, aumentando solamente 1%, el nivel más bajo desde la precedente recesión, en 2001, y la inversión en el sector de la construcción está en el piso de los últimos 26 años.

Los líderes políticos cuentan en gran medida en los cheques de reembolso de impuestos para reactivar el consumo a partir del segundo trimestre. "El efecto debería hacerse sentir más en el tercero, permitiendo que el crecimiento se afiance en el verde", estimó Ferley.

Algunos economistas advierten sin embargo de que el grueso del dinero podría ser destinado a rembolsar deudas y a neutralizar el alza de los precios de la gasolina. Otros temen también que esta inyección de liquidez sirva solamente para retardar la inevitable llegada de la recesión.

Según un estudio publicado por la asociación de ejecutivos de Nueva Inglaterra (noreste de EEUU), un 57% de los empresarios de la región estiman que la economía estadounidense padecerá una recesión en los próximos 12 meses.

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