domingo, 2 de marzo de 2008

El hundimiento del dólar lleva al petróleo a una sucesión de récords

NUEVA YORK.- El petróleo batió esta semana récord tras récord, superando los 103 dólares el barril, favorecido por la imparable caída del dólar, que no resiste la reducción de tasas en esa divisa que realiza la Reserva Federal estadounidense para evitar una recesión en la primera economía mundial.

El precio del barril de crudo registró una semana histórica en Nueva York: superó sucesivamente las barras de 101, 102, y 103 dólares, alcanzando 103,05 dólares el viernes por la mañana en las operaciones electrónicas previas a la apertura y cerrando en 101,84 dólares.

En Londres, el Brent del mar del Norte alcanzó el jueves otro techo histórico, en 101,27 dolares y cerró el viernes en 100,10 dólares.

La OPEP, que produce el 40% del crudo mundial, mantendría su nivel de producción en la reunión de la semana próxima si los precios continúan cerca de los 100 dólares.

Los 13 miembros de la OPEP, incluido Libia, se reunirán el miércoles 5 de marzo para considerar su actual techo de producción de 29,67 millones de barriles diarios, sin contar el aporte de Irak.

Por su parte, importantes miembros del cartel como Irán y Venezuela llamaron a reducir la producción, en previsión de una caída de la demanda en el segundo semestre. Según analistas, este llamamiento a bajar las cuotas contribuyó en gran parte al incremento de los precios del crudo registrado esta semana.

A estos factores coyunturales se suma el hecho de que, descendiendo a más de 1,52 dólar por euro, el dólar, moneda en la que cotiza el petróleo, hace al crudo más barato y atrae a los inversores que cuentan con otras divisas, subrayan los analistas.

"Un dólar más débil hace que las materias primas comercializadas en dólares sean más atractivas para los inversores que compran con otras monedas", insistieron los analistas del gabinete independiente John Hall.

"Todo esto es parte de una amplia corrida hacia las materias primas originada en la debilidad del dólar", concordó el analista Olivier Jakob, de Petromatrix, refiriéndose a los récords alcanzados en los últimos días por el oro, el trigo, el maíz y la soja.

"Sin embargo, los persistentes temores económicos y la aversión al riesgo podrían desencadenar una corrección en los ascendentes precios del crudo, dado que los inversores temen que un menor crecimiento afecte las expectativas de crecimiento global y limite la demanda de energía", advirtió el analista Andrey Kryuchenkov, de Sucden.

Los temores sobre el riesgo de una mayor desaceleración de la economía y un alza de las presiones inflacionarias ponen a la Reserva Federal (Fed) ante un serio dilema, porque cada uno de ellos requiere en teoría remedios contradictorios: reducir las tasas para sostener la actividad y aumentarlas para contener el alza de precios.

Si bien el presidente de la Fed, Ben Bernanke, descartó esta semana la posibilidad de una estanflación, describió sin embargo una situación que evoca inevitablemente la conjunción de ausencia de crecimiento y alza de la inflación, típica de ese fenómeno.

"Estamos enfrentándonos a una situación en la que tenemos simultáneamente una desaceleración en la economía, tensión en los mercados financieros y presión inflacionaria por los precios de los artículos de importación", admitió.

"Cada uno de estos factores representa un desafío. Tenemos que hacer nuestra política intentando equilibrar estos diversos riesgos de forma que logremos la mejor salida posible para la economía estadounidense", resumió Bernanke en el Congreso.

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