jueves, 8 de noviembre de 2007

Fidalgo considera que serán pocos los trabajadores que decidan retrasar su edad de jubilación

SANTIAGO DE COMPOSTELA.- El secretario general de CC.OO., José María Fidalgo, admitió hoy que será "pequeño" el número de trabajadores que decidan retrasar su edad de jubilación, posibilidad para la que la nueva reforma de la Seguridad Social establece incentivos, así como ayudas a las empresas para que este alargamiento de la vida laboral no suponga ningún coste para sus arcas.

En todo caso, el dirigente sindical señaló a los medios de comunicación que no se trata de una medida "novedosa" del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero sino del desarrollo de un acuerdo sindical firmado en 2001 con el Gobierno del PP.

"No es una medida novedosa. Primero porque ya existía y segundo porque evidentemente es el desarrollo del acuerdo de pensiones firmado con el anterior Gobierno del PP que modifica algunos aspectos de la ley de Seguridad Socia", argumentó Fidalgo, quien insistió que, de todos modos, "no va afectar a mucha gente".

Así, esgrimió que muchos trabajadores a los 65 años, como ya tienen derecho y han cotizado muchos años, "lo lógico es que quieran jubilarse". Otra cosa, matizó, es que pueda haber "excepciones" de personas que tengan un trabajo "muy decente" y quieran seguir trabajando y "obtengan el beneficio de cobrar un salario que siempre es más alto que la pensión".

En la misma línea, aseguró que el impacto global en el mercado laboral "no va ser mucho". "¿Cuánta gente va a querer --y se lo va a permitir la empresa-- por encima de los 65 años seguir trabajando?", se preguntó, para resolver seguidamente que se dará en profesiones "muy satisfactorias"; colectivos que están "a gusto" con su trabajo; y con "buenas" condiciones, "pero desgraciadamente esto no abunda", lamentó.

Fidalgo abundó en las explicaciones de lo que supone la posibilidad voluntaria de retrasar la jubilación, ya que recordó que se trata de una prolongación de la vida activa en el mercado laboral que "la gente no tiene la obligación si no quiere" de llevarlo a cabo y depende también de "si el empresario se lo permite".

Así, incidió en que se producirán en aquellos casos en el que las personas estén "a gusto" trabajando y prefieren "cobrar el salario a la pensión". De este modo, si sobrepasan la edad a la que tienen derecho a jubilarse --y cumplen los requisitos de los 65 años-- "en vez de tener unos coeficientes reductores como en la jubilación anticipada tendrán unos coeficientes que aumenten el incentivo para seguir trabajando".

Finalmente, reiteró que esta posibilidad es "fruto" de un acuerdo de 2001, aunque aclaró que hace dos años se volvió a acordar que el incentivo para que trabajadores decidan retrasar sus edad de jubilación se incrementase del 2% al 3% en determinados casos.- (Agencias)

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