viernes, 28 de septiembre de 2007

Crece la preocupación por la economía de la zona euro

BRUSELAS.- Las preocupaciones sobre el desempeño de la zona euro aumentaron esta semana, a raíz de una pérdida de confianza de las empresas y los consumidores, en una coyuntura de euro fuerte y alza de los precios empujados por el petróleo y los productos alimenticios.

En septiembre, el índice de confianza económico de la zona euro, que resume la opinión de los empresarios y los consumidores, retrocedió casi tres puntos para situarse en 107,1 puntos, su nivel más bajo desde hace más de un año.

El clima de negocios, que mide la confianza de los industriales, también cayó a 1,09 puntos contra 1,37 puntos en agosto, según estudios difundidos este viernes por la Comisión Europea.

Este deterioro de la confianza, vinculado a la crisis de los mercados financieros y las inquietudes por la fuerte apreciación del euro, que superó por primera vez el umbral de 1,42 dólares este viernes, es particularmente marcado en Alemania, motor económico de la Unión Europea.

En ese contexto, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, advirtió nuevamente sobre los riesgos de una "desaceleración del crecimiento" de la economía en la zona de la moneda única que comparten 13 países de la UE en 2008, en una entrevista al diario francés Le Figaro publicada este viernes.

Almunia reconoce que la actual debilidad del dólar frente al euro, que penaliza a las empresas europeas exportadores, era "preocupante", una definición que había evitado hasta el momento.

Por su parte, el ministro español de Economía, Pedro Solbes, reconoció que la economía de España, una de las más dinámicas de Europa, podría desacelerarse a finales de 2008.

En medio de esta perdida de impulso de la actividad, la inflación ha vuelto a crecer después de meses de tranquilidad.

En efecto, los precios al consumidor de la zona euro aumentaron a un 2,1% en septiembre, lo que la sitúa en su nivel más alto desde agosto de 2006, según una primera estimación publicada el viernes por la oficina europea Eurostat.

En agosto, la inflación se había establecido en un 1,7%, su nivel más bajo desde octubre de 2006, aunque los economistas anticipaban un aumento a partir de septiembre.

Las razones de este incremento son el alza de los precios de la energía y de los productos alimenticios, esto último como consecuencia del aumento de las tarifas de las materias primas agrícolas.

La situación coloca al Banco Central Europeo ante un dilema, ya que el brote de inflación da argumentos a aquellos que quieren una nueva alza de las tasas de interés.- (AFP)
(Edificio corporativo de la BMW en Munich)

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