BRUSELAS.- La Unión Europea ha dado un nuevo impulso al proceso de adhesión de Moldavia,
reafirmando su compromiso con el país y dejando claro que no permitirá
que las presiones de Rusia frenen ese camino. En este marco, Bruselas
anunció un primer desembolso de 270 millones de euros destinados a fortalecer la economía moldava, una de las más vulnerables del continente.
Durante la primera cumbre UE-Moldavia celebrada en Chisináu, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, expresó un fuerte respaldo a la integración europea del país.
“Moldavia está preparada (...) Cuando Moldavia ingrese, en la UE estaremos más seguros”, declaró, subrayando el valor geopolítico de su futura adhesión.
Aunque
no se mencionó explícitamente una posible estrategia de dos
velocidades, parece que el proceso de adhesión moldavo avanza con ritmo
propio frente al de Ucrania, que sigue enfrascada en una larga
guerra contra Rusia. En este contexto, Dinamarca —que ostenta la
presidencia rotatoria de la UE— ha defendido una vía de ingreso paralela para ambas naciones.
Tanto Von der Leyen como el presidente del Consejo Europeo, António Costa, destacaron que las negociaciones temáticas entre Moldavia y la UE comenzarán “más pronto que tarde”.
La dirigente europea elogió el “excelente” ritmo de reformas del gobierno liberal de Maia Sandu, quien ha avanzado en medio de grandes desafíos, incluido el conflicto bélico en la vecina Ucrania.
“Tenemos
un claro mensaje (...) el futuro de Moldavia está en la UE. En la Unión
haremos todo lo posible para hacer realidad ese sueño”, afirmó Von
der Leyen. También rememoró “la valentía y determinación” demostradas
por los moldavos durante el referéndum de octubre de 2024, en el que
votaron por incluir en la Constitución el objetivo de ingresar a la
Unión, a pesar de las interferencias del Kremlin.
Por su parte, la presidenta Sandu aseguró que el proyecto europeo de su país es tangible: el sueño de ingresar en los Veintisiete “no es un sueño inalcanzable”, afirmó, destacando que los ciudadanos moldavos “lo están construyendo cada día”.
A su juicio, la cumbre con la UE marca “un hito en nuestras relaciones” y ratifica que Moldavia está “en el camino correcto”.
Uno
de los principales obstáculos sigue siendo la presencia militar rusa en
Transnistria y el clima de inestabilidad generado por la guerra en
Ucrania. Aun así, Bruselas se ha mostrado decidida a proteger a Moldavia
de la injerencia rusa.
Von der Leyen fue categórica: “El futuro europeo de Moldavia no puede y no será rehén de las acciones de Rusia”.
Denunció que Rusia recurre a ciberataques y campañas de desinformación contra Moldavia, pero aseguró: “Nunca tendrá éxito”.
“También estamos comprometidos a protegerlos contra los ataques híbridos”, dijo von der Leyen. “Quién
está detrás de esos ataques es claro para todos nosotros aquí: son los
mismos agentes de la autocracia que intentan socavar nuestras
democracias en toda Europa”.
En un mensaje
directo a Sandu, prometió que la UE respaldará la libertad, democracia y
seguridad del país, y juntos enfrentarán a los “agentes de la
autocracia (...) el poder de la democracia”.
Y sentenció: “No más chantajes”, recordando que Moldavia ya no depende energéticamente de Rusia gracias a su conexión con la red europea.
En el plano económico, Bruselas ha trabajado en la integración de Moldavia en el mercado europeo. El volumen de exportaciones al mercado único superó el 50 % en 2024,
desplazando a Rusia como principal socio comercial.
La asistencia de
270 millones de euros anunciada por Von der Leyen se destinará a mejoras
en infraestructura básica como hospitales, escuelas y vías de
comunicación.
También se destacó la eliminación de los costes de ‘roaming’ para los moldavos que viven en el extranjero, un gesto de gran impacto para la numerosa diáspora en países como España, Italia y Portugal.
La cumbre llega en un momento políticamente crucial para Moldavia: a menos de tres meses de las elecciones legislativas de septiembre.
Según la UE, Moscú estaría intentando influir en esos comicios con “tácticas de ingeniería política”. Por su parte, Rusia ha negado haber interferido en Moldavia.
Aunque las encuestas favorecen al partido liberal Acción y Solidaridad de Sandu, la oposición prorrusa busca formar una coalición capaz de arrebatarle el poder, como sugirió el líder socialista Ígor Dodon.
Tal
como ocurrió en el referéndum de 2024, se espera que la diáspora
moldava, mayoritariamente proeuropea, juegue un papel determinante en el
resultado final.