domingo, 13 de julio de 2025

Un informe del Senado de EEUU culpa al Servicio Secreto tras el tiroteo a Trump

 WASHINGTON.- Un informe del Senado de Estados Unidos publicado el domingo dice que una «cascada» de fallos permitió a un hombre armado disparar a Donald Trump durante un mitin de campaña el año pasado y culpó a la disciplina del Servicio Secreto, incluida la falta de despidos tras el ataque. 

El informe, publicado un año después de que un hombre armado de 20 años abrió fuego contra Trump en Butler, Pensilvania, rozándole la oreja, acusa al Servicio Secreto de un patrón de negligencia y fallos de comunicación en la planificación y ejecución del mitin. 

«Esto no fue un único error. Fue una cascada de fallos evitables que casi le cuestan la vida al presidente Trump», señala el informe de la Comisión de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales del Senado.

El Servicio Secreto se encarga de proteger a los presidentes actuales y anteriores y a sus familias, así como a los líderes extranjeros visitantes y a algunos otros funcionarios de alto rango. Uno de los asistentes al mitin del 13 de julio de 2024 murió y otros dos resultaron heridos en el tiroteo. 

El autor de los disparos, Thomas Matthew Crooks, fue abatido posteriormente por agentes del Servicio Secreto.

«No se trató de un simple error de juicio. Ha sido un colapso total de la seguridad a todos los niveles, alimentado por la indiferencia burocrática, la falta de protocolos claros y la escandalosa negativa a actuar ante amenazas directas», afirmó en un comunicado el presidente republicano de la comisión, el senador Rand Paul, de Kentucky.

Kimberly Cheatle renunció como directora del Servicio Secreto 10 días después del tiroteo, en medio de un duro escrutinio sobre el papel de la agencia, y seis agentes del Servicio Secreto que estaban de servicio durante el ataque recibieron suspensiones de entre 10 y 42 días, informó la agencia el jueves. 

El comité dijo que más de seis funcionarios deberían haber sido castigados, y que dos de los que fueron disciplinados recibieron castigos más leves de lo que había recomendado. Destacó el hecho de que no se despidiera a nadie.

El actual director del Servicio Secreto, Sean Curran, dijo en un comunicado que la agencia ha recibido el informe y seguirá cooperando con la comisión. 

«Tras los sucesos del 13 de julio, el Servicio Secreto examinó seriamente nuestras operaciones y aplicó reformas sustanciales para corregir los fallos que se produjeron ese día», declaró Curran.

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